Las sábanas en el piso y la conciencia ya en la billetera.
Es que si fuera carmesí ni las escaleras tendrían tiempo de subir
y el café en los labios se disiparía con línea de la espalda.
Por salir del paso una caricia y por adelantar el mañana un guiño de ojo.
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1 comentario:
opa opa, me gusta por donde va esto...
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